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25 junio 2014

¡Se acabó!


Cuando hace diez días recogí a mi hijo en el último examen de la PAU o selectividad estas fueron sus primeras palabras al montarse en el coche. Yo le dije que si que ya se acabó selectividad, que a divertirse y disfrutar. Cual fue mi sorpresa cuando me dijo:” Mamá no, no es eso, se acabó todo, el colegio y todo”. Así es, se acabó. Se acabó una dura etapa de su vida. Ahora entramos en la nueva donde todo será más sencillo la universidad. Simplemente no vuelvo a ver lengua, simplemente por estudiar lo que me gusta, me dejan examinarme al oral y puedo usar las nuevas tecnologías. En resumidas cuentas me dan los apoyos que necesito para sentirme normal y ser uno más.

21 junio 2014

Lo que me hubiese sabido saber.


Mientras estamos todos como locos con el fin de curso, las fiestas del colegio, la emoción de que llega el calor y la piscina, el relajo de que las vacaciones están ya a la puerta, sobre nuestras cabezas pesan las temidas notas. ¡Horror!¡Pánico! pero sobre todo frustración, esfuerzos no recompensados,  notas que  evalúan ortografía cuando en verdad es la asignatura de ciencias o religión, “se sabía los contenidos pero con esta ortografía no le puedo aprobar”. ¿Que evalúa ciencias o religión o es la profesora de lengua? Cosas de la vida la lengua en cambio aprobada.  Esta historia no es de mis hijos, es de una amiga mía, nosotros en casa hemos escapado todos bien. ¡Gran triunfo! Solo nos queda la gran nota selectividad, hasta el día 24 no sabremos nada, de nada. Mientras tanto seguimos conteniendo la respiración, intentamos pensar en otras cosas y mi hijo se lo está pasando bomba.
Como soy como soy, das vueltas y vueltas a tu cabeza, ves a tu hijo con un pie en la universidad y piensas en el largo camino recorrido. Pienso que me hubiese gustado encontrarme con una amiga al inicio del camino, que me diese confianza y me diese ciertos consejos.