Los niños con dislexia tras pasar el día a
día escolar ven su autoestima muy dañada y la consecuencia inmediata es que
no tienen confianza en si mismos, en sus capacidades y en nada. Ante la
duda siempre van a considerar que la respuesta de su compañero es la
correcta.
¿Cómo poder ayudar con la autoestima? Existen
una ayuditas, y digo ayuditas pues por mucho que les ayudes cuando ponen un pie en el aula esa autoestima se esfuma
en cuestión de segundos, basta un
comentario del profesor, basta una
mirada destructora o un enfrentarse a una explicación que no es capaz de
entender para que todas estas ayudas que le has prestado para poder tener buena
autoestima se esfumen como el humo. Pero como padres tenemos que intentar
todo, cuantas veces haga falta y cuando se trata de autoestima se convierte en una constante en nuestras vidas diarias.
Hay que reponer el daño causado en el
colegio y encima dejar bien lleno el saco de la autoestima para que cuando la
necesite no le falte.
Los consejos son:
Estabilidad. Es
esencial que el niño se sienta seguro en
casa, se sienta querido y muy comprendido. Que sienta y sepa que pertenece a su familia y que es una pieza
esencial dentro de ella. Tener siempre una visión positiva ante el fracaso. Un “ no pasa nada”, un “ que todo sea esto, hay cosas mucho peores”,
un “aunque no lo diga el profesor yo veo que hay un cambio muy bueno en este
ejercicio, has mejorado”. Que deciros el día que llega una nota aprobada o
buena, ese día pizza en casa, pegamos en
la nevera de casa la supernota y se lo contamos a todo el mundo. En resumidas cuentas hacemos la ola. Estabilidad va más
lejos, necesita además de estabilidad
emocional y su correspondiente apoyo, necesita rutina, necesita tener límites,
tener cariño y disciplina. Necesita presencia de los padres en esas
tardes interminables de deberes. Necesita que se curen sus heridas y sus daños.
Creo que es esencial como madre, tu
y tu casa, son las piezas angulares
sobre la que se fundamenta y construye
la autoestima de tus hijos, tengan o no dislexia.
Retos. Marca retos alcanzables a tu hijo.
Siempre enfocándolos hacia el progreso
obtenido y no la perfección. Lo importante es no llegar el que más lejos, lo importante es que eres el que más ha
progresado, el que más se ha esforzado. Hacerle la ola cuando lo logra y
cuando no, animarle, apoyarle y hacerle
sentir que no está solo. Enfocar el
éxito y fracaso de manera positiva, como una oportunidad de la cual algo
aprenderemos. Siempre hay una oportunidad para mejorar esa nota mala,
siempre habrá otro día con otro examen para poder afrontar un nuevo reto, con ilusión y sin miedo a suspender.
Escuchar: Necesitan desfogar y contar todo, sacar lo que
llevan dentro. Tu necesitas armarte de
paciencia y escuchar y escuchar. Confieso que yo muchas veces desconecto de
tantas historias que me cuentan y digo si, cuando en verdad estoy pensando en
que voy a poner de cena. Pero de verdad hay
que escuchar. Necesitan que les atiendas,
ver que les importas y quieren contarte sus cosas. Esencial es prestar
atención, dar tu opinión, hacerle preguntas sobre el tema y sobre todo conocer su opinión y como se siente.
Cuando se trata de algo que para ellos supone un problema serio, buscar soluciones entre los dos e intentar siempre
buscar un toque de humor y desdramatizar. Cuanto más positivo mejor. Ellos
quieren sentirse comprendidos y queridos.
Felicita siempre el esfuerzo. Lo
importante no es el resultado, eso es lo de menos, lo importante es cuanto se ha esforzado. Cuando por la mañana va al
colegio muerto de nervios y miedo ante un examen, siempre decirle que el
trabajo ya está hecho, que lo importante
es el esfuerzo y que eso ya lo ha hecho, que la nota no te importa. Hacerle sentir que tu sabes cuanto se ha
esforzado, que se lo valoras y que sabes que se lo sabe. No necesitas nada
más. La nota es un tema de profesor y a
ti te da igual. Entre los dos vamos a ser capaces de lograr este curso.
Se tiene que sentir
único y especial. A todos, seamos niños o adultos, nos gusta sentirnos genuinos y especiales. Todo niño necesita sentirse rey y dueño del mundo. Es más yo diría que tiene el derecho a sentirse rey por un día, a ser
feliz y a disfrutar. Con los niños
con dislexia esto es difícil, las notas
suelen ser malas y no destacan
en cosas positivas. Ahí estás tu como padre
buscando las cosas positivas que tiene tu hijo, descubriéndolas y haciéndoselas no solo ver, no se las tienes que hacer
sentir y que se las crea. Tiene que saber que aunque sus resultados no sean
buenos , el es bueno en muchas cosas que
los demás no lo son. El es único y maravilloso
y tu misión es que lo sepa y se lo crea.
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