Esta
es la última semana antes de Navidad. Semana intensa de nervios, de emociones, de alegrías y de menos alegrías. Las notas, los esfuerzos
recompensados, los no recompensados y la Navidad.
En casa mis hijos escriben las cartas a su Rey Mago, cada uno tiene el suyo.
Todos piden cosas, pero lo que de verdad piden es ilusión, ilusión y mucha ilusión. Su ilusión es la que ven mermada a lo largo de su curso. Su autoestima
no muy fuerte, los esfuerzos no recompensados, las lágrimas por las notas
leídas en alto, por los suspensos no merecidos, por las tardes interminables de
deberes, por quedarse en blanco en el examen, por no escribir bien, por las
faltas de ortografía, por tantas y tantas cosas que les pasan en su año
escolar por culpa de ser distintos a la
mayoría, por culpa de nadie y de todos. A todos mis hijos y a todos esos
niños seguro que su Rey Mago les quiere decir algo muy especial.
14 diciembre 2014
18 noviembre 2014
Mi mochila llena
No se como estará vuestra mochila pero en
mi casa llevamos algunos las mochilas saturadas. Yo en concreto tengo a una de
mis hijas que su mochila va a estallar. Entre los libros que mete por miedo a
que se le olvide algo, por miedo a que
se le presenten más miedos en su día escolar y los miedos que lleva dentro, es una mochila que pesa, pesa mucho. Yo por
las mañanas cuando la veo colgársela a su espalada miro para otro lado, ¡me da
tanta pena lo que pesa! ¡y llevar ese peso todo el día hasta las cinco de la
tarde! Tantos miedos dentro de esa
mochila que solo pensarlo se me pone un nudo en la garganta.
30 septiembre 2014
Septiembre y nuestro estrés.
Llevo todo el mes queriendo escribir sobre mil y un temas que me
van ocurriendo en el día a día, pero lo siento no llego a todo. No se como será
en el resto de las familias pero
para mi septiembre suele ser un caos de mes. Inicio curso escolar; vuelta a empezar con las terapias; coordina actividades
escolares; prepara todo el material
escolar; busca el camino más rápido para salir pitada del colegio con los atascos y no llegar
tarde al logopeda; reuniones de inicio de curso; apréndete
los turnos que has hecho con las madres
de colegio para llevar y traer niños, y….¡ pon a tu hijo a estudiar! A ello le pones que septiembre termina con una bajada de temperaturas, saca ropa de
invierno, ponte a probar ropa, marca la ropa para el colegio y que no se me
olvide forrar los libros. Este listado podría seguir aumentando si sigo
pensando en mi septiembre. Pero lo más importante de todo eso, es que aunque
parezca un “corre corre”, un estrés
continuo, eso no es nada para lo que le supone septiembre a un niño con
dislexia. Por eso tengo en mente escribir post sobre preparar la tutoría, lo prometo. Pero antes de preparar la tutoría, antes de nada creo que tenemos que hacer
nosotras un ejercicio personal , unas reflexiones, para lograr auto
convencernos de que nuestros hijos
son la bomba de geniales y por cierto
además tienen dislexia. No podemos
preparar ninguna tutoría si nosotras mismas no estamos convencidas de las
capacidades y potenciales de nuestros hijos.
06 septiembre 2014
¡Que solo tiene dislexia!
Llevamos casi una semana de colegio. ¡Que os voy a contar que no
sepáis! Estrés de empezar el curso,
mochilas, libros, forrar más y más libros, nervios
y más nervios. Noche en blanco de pensar con quien les va a tocar, todos
los años sacan a todos los alumnos
del curso y los vuelven a mezclar. Nerviosos por si nos toca con el niñ@ que el
año pasado nos hizo el curso
insoportable y no paro de machacarnos. Nerviosos por si el amig@ que
siempre nos ayuda está en la misma letra. Yo nerviosa de pensar quien iba a ser el tutor y con pereza, mucha pereza de empezar el curso.
En nuestro caso no es empezar el curso,
es empezar el logopeda, es mantener la auotestima alta de nuestros
hijos, es ir y venir del colegio al
logopeda. Es empezar un programa de
entrenamiento duro y severo, donde nuestros hijos deben no solo de
ponerse al día como el resto de sus compañeros
o acostumbrarse al horario. No, para nuestros
hijos es un se acabo el tiempo libre entre semana, los domingos son sinónimo de
estudiar y más estudiar, los fines de semana dependen de las agendas de
deberes, para nosotros son las tardes entregadas en cuerpo y alma a
nuestros hijos y sus estudios. Aprender
a organizarse y hacer ver al profesor nuevo que no es tonto que solo tiene
dislexia. En resumidas cuentas empezar
el curso para las familias con hijos con dislexia supone un esfuerzo y una
aventura que no te la puedes imaginar a no ser que te toque. Eso sin contar
que la gran mayoría se han tenido que examinar
en septiembre de alguna asignatura, no les ha dado tiempo a desconectar, y
entran en el colegio aun habiendo recuperado con la espada de Damocles de que
tenga que repetir el curso que viene. Empezar el curso en esas
circunstancias y con esa carga o amenaza rondando la cabeza no es nada
alentador, es desmotivador, por no decir inhumano.
27 julio 2014
Disculpe, ¿sabe usted lo que es la dislexia?
Esta es la pregunta que nunca he hecho a ningún profesor de mis hijos y que creo que debería de hacer. Es un gran error por mi parte no haberla hecho. Nada más llegar y hablar por primera vez con un profesor, no se vosotros, pero yo en el primer minuto de la conversación, lo primero que les cuento es que mi hijo o hija es disléxico. Es más creo que si hubiese un record de quien es la primera madre que pide tutoría en el colegio, creo que yo lo tengo casi todos los años. Empieza el curso y a las dos semanas ya estoy haciendo tutoría para informar que mi hijo es disléxico.
Una cosa es contarles que es disléxico y otra es que ellos sepan verdaderamente lo que abarca el término dislexia. Creo que a partir del siguiente curso deberé tener un protocolo a seguir en la tutoría de cada uno de mis hijos: primero presentarme como la madre de tal o cual hijo; segundo informarles que es disléxico y tercero preguntarles que entienden ellos por dislexia. Parece algo obvio, que todo profesor, educador y docente debería de saber. Pues no tienen ni idea, tienen la misma poca idea que tenía yo el día que diagnosticaron a mi hijo el mayor, es decir, nada de nada. Lo más que alcanzan a saber es que tiene problemas de ortografía, pero ya está. Como mucho que la dislexia conlleva problemas de espacialidad, pero ya está.
25 junio 2014
¡Se acabó!
Cuando hace diez días recogí a mi hijo en el último examen de
la PAU o selectividad estas fueron sus primeras palabras al montarse en el
coche. Yo le dije que si que ya se acabó selectividad,
que a divertirse y disfrutar. Cual fue mi sorpresa cuando me dijo:” Mamá no, no
es eso, se acabó todo, el colegio y todo”.
Así es, se acabó. Se acabó una dura
etapa de su vida. Ahora entramos en la nueva donde todo será más sencillo
la universidad. Simplemente no vuelvo a ver lengua, simplemente por
estudiar lo que me gusta, me dejan examinarme al oral y puedo usar las nuevas
tecnologías. En resumidas cuentas me
dan los apoyos que necesito para sentirme normal y ser uno más.
21 junio 2014
Lo que me hubiese sabido saber.
Mientras
estamos todos como locos con el fin de curso, las fiestas del colegio, la
emoción de que llega el calor y la piscina, el relajo de que las vacaciones
están ya a la puerta, sobre nuestras cabezas pesan las temidas notas.
¡Horror!¡Pánico! pero sobre todo frustración, esfuerzos no recompensados, notas que
evalúan ortografía cuando en verdad es la asignatura de ciencias o
religión, “se sabía los contenidos pero con esta ortografía no le puedo
aprobar”. ¿Que evalúa ciencias o religión o es la profesora de lengua? Cosas de
la vida la lengua en cambio aprobada.
Esta historia no es de mis hijos, es de una amiga mía, nosotros en casa
hemos escapado todos bien. ¡Gran triunfo! Solo nos queda la gran nota
selectividad, hasta el día 24 no sabremos nada, de nada. Mientras tanto
seguimos conteniendo la respiración, intentamos pensar en otras cosas y mi hijo
se lo está pasando bomba.
Como
soy como soy, das vueltas y vueltas a tu cabeza, ves a tu hijo con un pie en la
universidad y piensas en el largo camino recorrido. Pienso que me hubiese gustado
encontrarme con una amiga al inicio del camino, que me diese confianza y me
diese ciertos consejos.
30 mayo 2014
Autoestima y confianza
Acabo de leer un artículo que me ha gustado bastante, habla de la autoestima y la confianza. Creo que para poder triunfar en la vida ayuda bastante tener las dos. Lo que está claro es que si no tengo autoestima difícilmente podré tener confianza en mi mismo.
Los niños con dislexia tras pasar el día a
día escolar ven su autoestima muy dañada y la consecuencia inmediata es que
no tienen confianza en si mismos, en sus capacidades y en nada. Ante la
duda siempre van a considerar que la respuesta de su compañero es la
correcta.
¿Cómo poder ayudar con la autoestima? Existen
una ayuditas, y digo ayuditas pues por mucho que les ayudes cuando ponen un pie en el aula esa autoestima se esfuma
en cuestión de segundos, basta un
comentario del profesor, basta una
mirada destructora o un enfrentarse a una explicación que no es capaz de
entender para que todas estas ayudas que le has prestado para poder tener buena
autoestima se esfumen como el humo. Pero como padres tenemos que intentar
todo, cuantas veces haga falta y cuando se trata de autoestima se convierte en una constante en nuestras vidas diarias.
Hay que reponer el daño causado en el
colegio y encima dejar bien lleno el saco de la autoestima para que cuando la
necesite no le falte.
16 mayo 2014
Mis disléxicos: Mi vida,
Mis disléxicos: Mi vida,: Si hijo mío , mi vida eres mi vida. Llevo meses pensando que sentiría cuando todo esto acabase, cuando aprobases , cuando bachillera...
Mi vida,
Si hijo mío,
mi vida eres mi vida. Llevo meses pensando que sentiría cuando todo esto
acabase, cuando aprobases, cuando bachillerato fuese parte del pasado y
hoy ya es realidad.
Decirte que te quiero, que me alegro y que solo nos
queda selectividad. Que eres un campeón, que desde los seis
años has luchado contra todo pronóstico, contra toda estadística y contra toda
adversidad. No se si tendrás el nivel alto en matemáticas o física, no lo sé, ni me importa. Solo sé que has sobrevivido a tu etapa escolar, que
aun teniendo malos recuerdos y
sufrimientos si lo pones en una balanza hay más de lo bueno que de lo malo. Es cierto que el año pasado fue
una pesadilla, por suerte tuvimos la idea del cambio de colegio, pudimos hacerlo, luchaste y aprobaste.
23 abril 2014
La dislexia y su gran final, la selectividad.
Ayer conduje varias horas en
carretera y como siempre te pones a ordenar tu cabeza y te evades. Se que no
debería de hacerlo, se que es peligroso, pero cuando llevas a un adolescente de copiloto aislado del
mundo con unos cascos. Otro par de adolescentes
en la fila de atrás en idénticas condiciones y unos pequeñajos dormidos o enfrascados en una película, te relajas y te
pones a pensar.
Primero piensas en como organizar la
llegada, las maletas y que les vas a dar de cenar. Luego cruzas los dedos para
que este tiempo de tranquilidad de tu furgoneta dure lo máximo posible, conoces
de sobra la siguiente fase de todos se pelean, quieren la Tablet del otro, la
pequeña no para de preguntar cuanto falta y el ambiente del coche puede ser
insoportable. Hay que intentar evitar esa situación, es agotadora y estrenaste.
Una vez que asumes que además aparecerán deberes desconocidos, que la
mitad están incompletos o mal hechos, y que estas vacaciones hemos pasado
de todo lo que guarda relación con el colegio, la culpa es esencialmente mía, estaba
agotada de tanto colegio. Claro que si yo estaba así, como estarían mis hijos
de cansados y sobrepasados del colegio. Da igual un día como voy valen las trampas, si hace falta hago los
deberes que sean con tal de salir del paso. Jamás pensé que yo iba a decir
esto o lo que es peor a hacerlo, pero si así es, esto es un efecto colateral de la dislexia, eres capaz
de hacer tu misma las trampas.
03 abril 2014
Mis disléxicos: A vueltas con la autoestima
Mis disléxicos: A vueltas con la autoestima: Sí la autoestima siempre está presente cuando tienes dislexia . La dislexia es algo que por mucho que te digan que desaparece, la...
A vueltas con la autoestima
Sí la autoestima siempre está presente
cuando tienes dislexia. La dislexia
es algo que por mucho que te digan que desaparece,
la superas o te curas no es cierto. Siempre
aparece la dislexia cuando menos te lo esperas, a la vuelta de la esquina.
Por eso hay que normalizarlo, hacerlo
parte de uno y ver que no pasa nada, no hay nada no hay nada de lo que avergonzarse. De lo
contrario cada vez que asome la dislexia
tu hijo se llevará un susto, volverán a aparecer viejos fantasmas y sufrirá. Creo que en ciertos niños con dislexia la autoestima siempre está presente, por mucho
que como madre te quieres auto convencer
que es algo superado, que ya está solucionado, pues no, siempre está ahí
presente. Más si se le juntan las
hormonas de adolescente, los cambios
de humor, las lagrimas que no
saben cual es el motivo de tantas lágrimas
sin razón aparente y todo lo que conlleva la adolescencia. Su inseguridad
se acentúa y su autoestima es frágil, muy frágil, desaparece en menos de
unos segundos, se esfuma y no queda
rastro de nada.
20 marzo 2014
Siempre estás a tiempo de ayudar.
Como os comente tuve tutoría con la profesora de mi hijo.
Tengo que decir que tras pasar el
stress, los llantos y calmarnos madre e hijo, las aguas vuelven poco a poco a
su cauce. Fui a hablar con su profesora
y todo fue para bien.
Me encontré con una profesora que no sabía que mi hijo tenía
dislexia, que reconoció sus fallos, que le dolió enormemente haber causado daño
y que pidió disculpas. Sin querer nos causó un daño que ella no era consciente y que cuando se lo conté, se dio cuenta, supo verlo y tuvo la suficiente empatía para ponerse en nuestro lado. Su cara lo decía todo, sentía el daño y el dolor, se daba
cuenta de lo que yo le decía y era sensible.
Algo tan sencillo como la sensibilidad
es suficiente para poder ayudar y reconducir una situación. Le expliqué con
todo detalle nuestra semana, mi hijo,
sus preguntas, sus miedos, su dolor y sus lágrimas. Le
explique su dislexia, como le afecta,
los puntos fuertes de mi hijo y los
menos fuertes. Le expliqué un poco de la dislexia, en que consiste y que
ella me podía ayudar enormemente. Le hice ver que ella es una parte muy
importante en la dislexia de mi hijo, de ella dependen muchas cosas. Pero lo que
más depende es que mi hijo se sienta feliz y bien en el colegio. Que está motivado
y que entre cada mañana con ganas de ir a clase, de aprender y de verla a ella.
Acabé dándole las gracias por su capacidad de rectificar, de reconocer sus fallos y supe que a partir de ese día teníamos una
profesora “aliada” a la dislexia. Se que el próximo niño que entre en su clase con dislexia
va a encontrar un apoyo, a alguien sensible y dispuesta a colaborar.
11 marzo 2014
Duele tanto!
Creí
que con todo lo que había pasado con mis
hijos los mayores ya estaba preparada para afrontar cualquier tema relacionado con la dislexia. Creí que el
haber pasado por cuatro hijos con
dislexia, con todo tipo de problemas
y de anécdotas, iba a tener todo
controlado, incluidos mis sentimientos.
Pues no, error total, mentira se sufre
igual con cada hijo con dislexia. Da
igual que hayas pasado por uno, por dos, por tres, por cuatro, cuando llega el quinto vuelves a llorar, vuelves a no dormir
y vuelves a sufrir.
Así
estoy yo esta semana, estamos a martes y no paro de contar los días para que
sea viernes. Mi quinto hijo, es un niño
muy maduro que como dice él acaba de estrenar los nueve. Según estrenamos
los nueve, ha estrenado profesora nueva
pues la otra se ha ido a vivir al extranjero, y nos hemos encontrado de cara
con todo el lado malo de la dislexia en
el aula. Profesora que desconoce que tu hijo tiene dislexia, profesora que
desconoce que es la dislexia, profesora que no sabe como tratar al niño y
profesora que le grita. Niño que
llora desconsoladamente, niño que se bloquea, niño que hasta ahora no sabía lo
que era sentirse mal en el colegio, niño que hasta los recién estrenados
nueve años no conocía el lado malo de
tener dislexia. Tuvo la suerte de ser el quinto, tuvo la suerte de trabajar
desde los tres años con psicomotricidad
y logopedia, tuvo la suerte de
aprender a leer en el aula con sus compañeros gracias a un método multisensorial similar al de los sordos,
tuvo la suerte de sentirse uno más.
Hoy con sus nueve años ha descubierto la
cruda realidad. Ha tenido que sufrir,
ha tenido miedo y se siente mal, su autoestima por muchas velas que sopló el otro día está bajo
mínimos. ¿Quien recompone ese daño?
Por supuesto que he pedido cita y voy a hablar con su profesora, pero fue tan duro
ayer su día. Lloró tanto a la salida del colegio, lloró tanto por la noche.
Su cabeza no paró de dar vueltas y más vueltas. Preguntas de mi hijo de nueve
años entre sollozo y sollozo: ¿Seré
capaz de lograr ser lo que yo quiero cuando sea mayor? ¿Tendré que repetir el
curso? ¿Desde que sabe que tengo dislexia me trata como si fuese tonto? ¿Tengo
miedo de no ser capaz?
05 marzo 2014
Jornadas de Logopedia en Madrid Jueves 6 Marzo 2.104
Querido logopeda:
Soy una madre como tantas otras que te llega a la
consulta, llego desesperada, no se que pasa pero mi hijo no lee, tiene
problemas en el colegio y aquí estoy. He dado tantas vueltas para estar aquí.
Del tutor fui al orientador, ninguno sabía que pasaba. Me daba la sensación que
creían que mi hijo era inmaduro y un poco vago. De ahí pase por el pediatra y
de ahí al psicólogo. Al parecer tiene dislexia. Me dicen que necesita terapia,
que necesitamos un logopeda.
Me informo un poco más y veo que en Madrid no hay
normativa sobre la dislexia, ni en educación, ni en sanidad. Que no delimitan
sus competencias y que ahora mismo mi hijo es invisible de cara al sistema.
01 marzo 2014
La 2º Evaluación: ¡que vértigo!
Llega
febrero en un minuto y pasa rápido demasiado rápido. Febrero sería cualquier otro mes del calendario pero para mi es un mes estresante y agobiante. Tras ver
los comentarios de otras madres con
niños con dislexia, me doy cuenta que es algo que nos pasa a todas, no solo
a mi. En febrero llegan las notas de la segunda
evaluación y ello conlleva una sensación de vértigo, de miedo, de estrés, de
no saber si hemos actuado correctamente a lo largo del curso, de que vemos
junio a la vuelta de la esquina y de horror. Estamos las madres y los niños agotados, el ritmo es duro y la recompensa a tanto esfuerzo no aparece en las notas.
20 febrero 2014
Educar fuera del colegio.
El otro día leí un artículo en una revista sobre la educación fuera del colegio. Creo que aunque decía cosas muy obvias vienen bien de vez en cuando recordarlas.
Los padres deben de dedicar tiempo no solo a la educación escolar de sus hijos, deben de ir un paso mas lejos. Deben de saber dedicar tiempo a plantar una semilla y verla crecer, a mirar a las estrellas una noche bonita, a hacer una caballa, a pasear por un bosque o por el campo, a construir una maqueta.
Pero si encima eres padre de un
niño con dislexia debes de hacer algo más. Debes de involucrarte a tope en el
colegio de tu hijo. Debes de ser el primero en ofrecerte voluntario para
cualquier excursión. Debes de ser la madre adorable para ir a la biblioteca a
contar cuentos. Debes en resumidas cuentas aprovechar cada oportunidad para
intentar caer bien al profesor de tu hijo para que te ayude y te haga la vida
un poco más fácil. Además es una oportunidad extra para saber como va tu hijo,
para contarle al profesor como ves que va o cualquier cosa por tonta que
parezca sobre tu hijo. Es una oportunidad para ver como se desenvuelve con el
resto de sus compañeros, como es él en el aula. Hacer que tu hijo se sienta rey
por un rato, con su madre de la mano camino de la excursión o sentado a tu lado
mientras lees en la biblioteca un cuento. Solo verle su cara merece la pena. Yo
tengo que reconocer que hay veces que me da una pereza tremenda, pero creo que
es necesario y muy útil.
15 febrero 2014
Cuando en la dislexia hay que mantener un paso atrás.
Ayer lo hablaba con una amiga, una de las cosas que
más me cuestan como madre de un hijo con
dislexia es dejarle volar, dejarle decidir y dejarle tomar sus decisiones.
La dislexia
hace que te vuelvas madre obsesionada
con todo lo relacionado con los estudios
de tus hijos. Cada examen, cada control, cada nota, la vivimos
intensamente. Este stress lo
transmitimos a nuestros hijos y no es bueno. No es bueno tanta presión, bastante tienen ellos mismos
con la del colegio. Pero en mi caso
es inevitable.
11 febrero 2014
Descarta los mitos de la dislexia
En
el libro de Ben Foss “Empowerment Plan”
hay un capítulo que me ha gustado mucho, en realidad creo que merece la pena
leer este libro, ayuda bastante a conocer
la dislexia. Creo que cuanto más
conozcamos la dislexia mejor conoceremos a nuestros hijos.
Falso
el mito que tener alumnos con dislexia
en una clase supone bajar el nivel académico y de rendimiento de la clase.
Al contrario tener alumnos con dislexia
en el aula debería de ser una garantía
de que el profesor debería de impartir la clase de una manera que sería mucho
más fácil para todos aprender, con una metodología asequible para todos.
08 febrero 2014
La motivación es garantía de éxito.
El
otro día me pase un buen rato charlando con una buena amiga y logopeda, como os podéis imaginar el
tema era mi monotema, la dislexia.
Hablamos de infinidad de cosas pero me dijo una frase que se me quedo grabada y
llevo toda la semana dándole vueltas. La
motivación viene del recuerdo de los éxitos logrados. Leerla despacio y
pensar sobre ello, es tan cierto. Es la
clave para el éxito, la motivación
ya sea en un niño o en un adulto, ya sea en mis hijos o en mi misma nunca debe de faltar. Todos tengamos o no dislexia debemos de estar motivados en nuestras
vidas, es lo que te hace avanzar o
crecer, ir un paso más allá como persona. Todos nos cansamos, nos aburrimos,
nos hundimos con el fracaso y
debemos de luchar por salir y arrancar
de nuevo. Sin la motivación eso
es prácticamente imposible o desde luego muy difícil de lograr pues el esfuerzo es inmenso.
04 febrero 2014
La dislexia es una realidad
Tras
leer el artículo vemos como la dislexia
es una realidad como la vida misma si nos fijamos en la estadísticas. El
artículo habla de un 20%, en Estados Unidos, en España las cifras que se
barajan van desde el 7% al 10%. En
base a las cifras todo profesor
tiene en su aula uno o dos alumnos con dislexia.
La dislexia es real y está presente en
todos los colegios. Digan lo que digan los
colegios en España, que según ellos apenas
tienen alumnos con dislexia al llegar a Bachillerato, pues lo han superado.
La dislexia es de por vida, no se cura, ni
se va, se tiene. La dislexia es una realidad, está en el aula y los colegios
deberían de esforzarse por identificar a esos alumnos.
03 febrero 2014
Gracias
Este
fin de semana ha sido el cumpleaños de Mis
disléxicos y simplemente quiero daros las gracias.
Gracias pues nunca imagine que me fuera
a leer tanta gente. Creí que me leerían mi familia, amigos y el amigo del
amigo.
Gracias por todo el cariño recibido. No
tengo palabras. Si supieseis la cantidad de veces que se me han saltado las
lágrimas leyendo vuestros comentarios o correos.
Gracias pues he descubierto que es
cierto existe la “ amistad en internet”,
nunca lo creí. Pero hay muchas de vosotras que me escribís muy a menudo con las
que me siento estrechamente unida. Os
siento cerca y sois una parte de mi vida.
Gracias por toda la información que me
habéis dado. No solo con libros, links, leyes y un largo etcétera. Me
habéis dado algo mucho más valioso vuestros testimonios. Habéis compartido vuestros sentimientos, miedos y alegrías.
Gracias pues me habéis hecho ser un
poco menos bruta en el manejo de redes sociales, internet e informática.
Gracias pues contando mis experiencias, en verdad hago un
viaje hacia el interior de mi misma, de mis emociones y sentimientos. Es una
especie de “ autoterapia”.
Gracias pues gracias a tod@s he conocido
a gente maravillosa que hemos
iniciado una maravillosa amistad y
proyecto apasionante dentro de la Asociación Madrid con la Dislexia.
Gracias a mi hija Ana por hacer y
rehacer la plantilla de mi blog. Sin ella esto habría sido prácticamente
imposible. Por explicarme cien veces como funciona el twitter, aunque confieso que sigo sin enterarme.
Gracias a mi familia. Gracias a mis padres, soy como soy
gracias a ellos. Gracias a mi marido
por confiar en mi y mostrarme la
dislexia en un adulto, sobre todo que hay salida y no es un drama. Gracias a mis hijos, que son mi razón de ser y
la razón de este blog. Gracias a mi tío Javi, sin él no hubiese tenido el
último empujón para escribir. Siempre lo vio tan claro que lo tenía que hacer, cuando yo lo veía tan lejano.
Pero de verdad gracias tod@s vosotr@s. Sois mi gran público, mi grandes amig@s y la verdadera vida de este blog. ¡Gracias!
Pero de verdad gracias tod@s vosotr@s. Sois mi gran público, mi grandes amig@s y la verdadera vida de este blog. ¡Gracias!
[tags] dislexia, disléxico, madre, hijo,r[/tags]
30 enero 2014
Simpatía vs. Empatía
Como
os he comentado en varias ocasiones, para mi Enero es sinónimo de tutorías, inicio del trimestre y hay
que darse una vuelta por cada profesor.
Podríamos llamarlo campaña de
seguimiento para que no se olviden
de cómo tratar a mi hijo; en otros campaña
de sensibilización para ver si de una vez por todas el profesor entra en razón y entiende lo que supone tener dislexia; en
otros campaña de vigilancia para que
vean que estás detrás de tu hijo que
vigilas por su bienestar; otras
veces campaña de imagen para que
vean lo fantástico que es. Por supuesto como tengo tantos hijos me paso el mes entero de aula en aula. Creo que dentro de
poco elaborare un manual de cómo
preparar una tutoría. Si os cuento que encima en el colegio de mis hijos en secundaria tienes la opción de ver a
cada profesor, hacen una especie
puertas abiertas donde puedes conocer a cada uno cara a cara. ¡Total! Que me he
entrevistado con casi treinta profesores
…
23 enero 2014
Carta a Wert
Querido "mi ministro":
Ante
todo pedirte disculpas por mi atrevimiento a tutearte y a tratarte de forma tan
coloquial, pero es que eres “ mi
ministro”. Si te cuento que soy madre de seis hijos con dislexia y Presidenta de la Asociación de Madrid con
la Dislexia, entenderás un poco más
la importancia que supones para mi.
Te
voy a poner unos ejemplos para que veas el grado de importancia. En mi casa a
las nueve cuando empiezan las noticias significa el “toque de queda”, empiezo
rutina de recogida, todo el mundo a la cama, se acabo el día. Ahora, si según
veo los titulares veo, que sales tú “ mi
ministro”. Todo se paraliza, mis horarios cambian y me apodero del mando a
distancia. Pongo tono firme, todos se callan y subo el volumen. Para mi es esencial todo aquello que dices o haces
como ministro. En tus manos está lo más preciado de mi vida: mis hijos. Yo, todas las mañanas los deposito en el colegio y los recojo a las cinco, por lo que la mitad del día se
encuentran “ bajo tu reino”, bajo tus normas,
bajo tus condiciones y a tu amparo. Si decides que cambias la ley a mi me afecta, de ello depende lo
que vayan a aprender mis hijos en su
día a día. Si decides que pones revalidas
me afecta hasta en mi agenda. Si das o quitas becas me afecta en mi economía, pero sobre todo lo que más me
afecta es las Dificultades de
Aprendizaje Específica, la dislexia, como las regulas, como las tratas y que
importancia les das. Si encima soy Presidenta
de la Asociación de Madrid con la Dislexia, ¡imagínate!, podría decir que eres
“ mi ministro” por partida doble. Tan importante eres que hasta mis hijos
cuando te ven en la tele te identifican, quitando al presidente del gobierno
eres el único que identifican de todo el ejecutivo. ¡Fíjate que importante
eres!
17 enero 2014
¿Quien me quita la etiqueta?
Estoy
leyendo un libro, como es de imaginar
trata sobre la dislexia. Mi vida es
así, no se la vuestra, yo ya solo leo y leo, veo videos y todo es sobre lo
mismo: la dislexia. Intento ser un
poco comedida y no hablar del tema fuera del grupo de mis amigas con niños con dislexia, intento no parecer obsesiva o eso creo. Pero la realidad es que cuando me ven,
la gente debe de pensar que soy como un cartel luminoso de publicidad sobre la dislexia. Para mi marido y todos los
que me rodean que sepan que intento disimularlo, intento no parecer
obsesionada, aunque sí que lo esté. ¡Pero como no voy a estarlo con seis niños en casa, cada día! Que
no solo tengo que lidiar con ellos, hay
muchas más personas con las que lidiar en el día a día como son sus profesores, sus logopedas, sus deberes
y sus vidas. Ah! y se me olvidaba sus
tutorías, estas son una constante en mi vida diaria, sobre todo al inicio
de cada trimestre, cuando hay notas,
cuando cambian a un profesor por ejemplo
por baja maternal o cuando siento que las
cosas no van como deberían de ir. Seguro que en algún lugar del planeta hay
terapia pos-dislexia, o la podríamos
llamar de reinserción una vez que tus
hijos han acabado su etapa escolar. No se cuando seré candidata a ello si
pienso que mi hija, la más pequeña,
tiene cuatro años… puede que entonces la
terapia sea on line, ¿os imagináis?
09 enero 2014
... y vinieron los Reyes Magos!
Si claro que vinieron los Reyes y con ellos llegó la
rutina del día a día. No se para vosotros como es lo de la vuelta al colegio, pero para mi es un horror. Aparecen deberes que no nos habíamos acordado de
hacer, luego resulta que eran más largos que lo que creíamos, además el libro no sabemos donde lo hemos dejado
y por cierto el viernes examen de
uno, dictado de otro y encima los
regalos de los reyes en el cuarto deseando jugar con ellos. Hasta organizar la mochila supone todo un
reto. Hemos perdido el hábito, no
nos acordamos del horario y encima
no aparece el estuche. Cuando por fin aparece el dichoso estuche, por supuesto
no está completo falta justo el bolígrafo
que queríamos y la regla ha
desaparecido por arte de magia. La casa está todo menos ordenada y hasta
encontrar la ropa de deporte es una aventura…
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