/

16 diciembre 2013

Sigue creciendo aunque sea disléxico


La dislexia es de por vida. Uno nace y es toda su vida disléxico ,por más que se empeñen los orientadores, lo profesores e incluso alguna autoridad en negarlo. Pero por supuesto mi hijo como todo niño, crece y poco a poco se convierte en tu adolescente disléxico. Para ti como madre comienza una de las etapas más agotadoras de tu hijo, es tan difícil encontrar ese equilibrio, es tan cansado mantener la calma, esperar que estudie, mantener el equilibrio con los suspensos, ser compasiva y a la vez estricta.... es agotador.


Creo que con la adolescencia hay una caída, más o menos, empicada en función de cada niño y luego una remontada. Lo que yo siento es que es difícil dejar caer a tu hijo, es difícil dejarle solo y volar, dejarle estrellarse y no puedo dejarle ser adolescente libre como a otros. No se como decirle que aunque sus hormonas le pidan tirarse en el sofá, escuchar música y chatear, su dislexia y el sistema no se lo permiten. No, la dislexia y el sistema no le dejan ser un adolescente más. Tu como madre vuelves a estar ahí, marcando el equilibrio, defendiéndole en el colegio, apretando en casa, justificando lo justificable y castigando cuando no queda otra. Pero es agotador, llevas toda una vida a cuestas con muchas cosas, tu y tu hijo. Ello supone infinidad de peleas, infinidad de razonamientos, infinidad de paciencia y estar tu como madre muy segura de tu postura para no dejarte llevar a su terreno. Tu misma hay días que no entiendes como no ve que está en segundo de Bachillerato,  que es el final de la gran primera etapa, luego le dejaré ir, le soltaré amarras. Pero hasta no tener el acceso a la Universidad, hasta no dejarlo en la meta de salida en igualdad de condiciones que el resto de sus compañeros, no. No podemos tirar por la borda toda una vida de su esfuerzo, de su lucha .¡ Todo por unas hormonas! ¡ni de broma! Cuando me pide que le de una razón por ser así, un motivo, solo un trocito de razón, no se como hacerle ver que soy su madre, que está escrito en las estrellas o donde el quiera, pero que no pararé, nunca pararé hasta verle bien, hasta verle contento, hasta verle con sus estudios terminados y cogiendo el camino que el quiera.

Por otro lado te dicen que les dejes vivir su vida. Cierto, suya es, pero depende tanto de las decisiones que tome ahora, de la actitud que mantenga hacia sus estudios, de ello depende gran parte de su futuro. Por supuesto que veo a mi hijo como un chico inteligente y capaz. Claro que se que es creativo . Claro que se que es un buen chico. Como sé lo mucho que vale, como sé lo mucho que ha trabajado toda su infancia, como sé lo mucho que desea entrar en la carrera que el quiere, como sé todo eso y mucho más. Sé lo que quiere, le entiendo con su mirada, no puedo dejar que un montón de hormonas nos dejen fuera del sistema.

Se le junta la crisis de identidad, el no saber que hacer para sentirse aceptado por su grupo, el querer ser más independiente, el querer más que nunca ver recompensado en sus notas su esfuerzo, el que le deje su madre, que soy yo, en paz. Pero puede parecer sencillo, pero no lo es. En estos dos años de Bachillerato hemos crecido hijo y madre mucho, hemos crecido como personas. Yo he aceptado dejarle volar. He visto sus múltiples caídas  escolares, su sufrimiento y lo he recogido, le he dado la vuelta a la tortilla y ha aprobado. Ha llegado al final a 2º de Bachillerato. Ha conseguido quedarse dentro del sistema. Poco a poco ha ido aceptando que necesita ciertas ayudas, que es capaz, ha descubierto que es inteligente como el que más de su clase, que sus amigos de verdad le quieren tal cual es... va descubriendo como todo adolescente al hombre tan maravilloso que lleva dentro.

Para lograrlo hemos pasado por unos meses muy complicados. Cuando digo complicados, lo digo en el más amplio sentido de la palabra. Solo quien haya pasado por ahí se lo puede imaginar. El colegio del año pasado no me ayudaba nada, pero este año es distinto, creen y confían en él.Todo ese apoyo está siendo de gran ayuda, a ello le sumo que mi adolescente disléxico, ha crecido como persona. Ha aceptado su dislexia, ha aceptado que es como es, con dislexia incluida en el paquete. Que necesita ayuda para ciertas cosas. Que necesita tiempo para trabajar bien. Que es brillante en muchas otras cosas. Que tiene claro cuales son sus metas para su futuro. Que sabe que quiere y a donde quiere llegar. Esto último está siendo esencial para conseguir más trabajo y más esfuerzo. Sabe como acudir a sus profesores a pedir ayuda. Se sabe dejar querer y sobre todo ayudar. Está aprendiendo cuales son sus puntos fuertes y cuales son sus debilidades. Esta creciendo junto con su dislexia, esta creciendo como persona aunque eso nos esté suponiendo un esfuerzo tremendo a él como hijo y a mi como madre. Claro que le dejaré volar, claro que será amo y dueño de su vida, pero déjame que te ayude un poquito más, solo el empujón que te queda para llegar a la Universidad. Para tener las mismas oportunidades que el resto de tus compañeros, para ser normal como siempre te has sentido y no siempre te han tratado. Claro que te entiendo, claro que te comprendo, soy tu madre y como todas las madres te quiero.Nunca sabrás lo difícil que es educar, más si es disléxico, a un hijo hasta que no eres padre y pasas por lo mismo. Entonces te das cuenta de muchas cosas, como de lo mucho que te querían tus padres y todas las noches en vela que pasaron por ti.


[tags] dislexia, disléxico, madre,  dificultades, esfuerzo,trabajo, adolescencia[/tags]

No hay comentarios:

Publicar un comentario